domingo, 13 de octubre de 2013

GRAVITY (2013)

Gravity, Alfonso Cuarón


Qué gusto da ir al cine y durante 90 minutos olvidarte del mundo que hay a tu alrededor. Nada más importa, eres tu y lo que ocurre al otro lado de la pantalla. Si se alegran, tu te alegras; si se asustan, tu te asustas. Pocas veces se consigue esta comunión tan placentera. Es la magia del cine. Es la magia de Gravity.


Parece increíble que de un guion tan sencillo pueda salir una de las películas más bellas  y aterradoras de la historia de la ciencia ficción (y del cine en general). Pocas veces se ha conseguido un equilibrio tan perfecto entre belleza y horror. Porque mientras sufres sintiendo el silencio del infinito no puedes dejar de maravillarte con la inmensidad del universo que te rodea.

Desde que empieza la película nos subimos a una montaña rusa donde la angustia, la emoción, el terror, la tensión.... no dan tregua.Toda la acción transcurre en el lugar donde más quietud puedes encontrar, pero sin embargo, no hay lugar para la paz y la tranquilidad.


Me deja absolutamente impactado la maestría con que se muestra la resignación de una persona ante su inevitable muerte (gracias, en parte, al buen trabajo de Sandra Bullock. Al final tenían razón y la mujer es  buena actriz).

También me deja bastante impactado que después de ese apoteósico y emocionante final (me imagino que no del gusto de todo el mundo), al levantarme de mi asiento aun en shock por todas las sensaciones experimentadas, escuche a una persona comentar que no le parecía creible que nuestra protagonista hubiera sido capaz de poner en marcha la nave de la estación china. Sin profundizar en lo limitado que me resulta ese comentario (teniendo en cuenta que estamos ante una película de ciencia ficción), solo puedo reflexionar sobre las grandes diferencias del ser humano a la hora de sentir.


 Exceptuando algunas nimiedades (como el drama que arrastra Sandra Bullock o la broma que nos gastan llegando al final, que parece obligatoria en este tipo de películas), no encuentro peros ni defectos que me impidan considerar esta película como una verdadera obra maestra contemporánea.


9

Nota: Por una vez, altamente recomendable verla en 3D.

miércoles, 9 de octubre de 2013

CURSE OF CHUCKY (2013)

Curse of Chucky, Don Mancini



Me considero un admirador moderado de Chucky. Cuando era pequeñito allá por 1988 y vi la primera parte, como cualquier niño de esa época, pasé mucho miedo. Luego vi la segunda… y después la tercera. El factor miedo de la original se iba perdiendo pero se iba ganando en entretenimiento y diversión. Resumiendo, la trilogía de Chucky me parece casi tan importante como la saga de Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street.


Pasaron unos años, íbamos creciendo y a alguien se le ocurrió que el muñeco podía volver a hacer de las suyas en La Novia de Chucky. Pero ya estamos en otra época (finales de los 90), así que había que darle un tono diferente, más moderno y actual; desde luego lo consiguieron pues a Ronny Yu le quedó una película muy entretenida con unas dosis de humor negro nada despreciables.

A partir de este momento, Don Mancini, guionista de todas las películas, decidió que la saga aún no había dado muestras de agotamiento, así que, además de escribir la historia, dirigió la siguiente continuación, La Semilla de Chucky. A pesar de intentarlo en alguna ocasión, el trailer y las malas críticas pudieron con mi poca voluntad y nunca llegué a verla.


Parece ser que a Don aun le quedaron ganas de dirigir y escribir otra parte este mismo año, La Maldición de Chucky. Frente a la pregunta de si realmente es necesario hacer una sexta parte que ni es 3D ni Found Footage ni nada que la pueda diferenciar de cualquier peliculita serie B, la respuesta es NO (aclaración: obviamente, las películas en 3D o Found Footage no son garantía de calidad, pero en este caso, podría haberle dado un mínimo atractivo).

La historia es totalmente lineal y sin ningún tipo de personalidad. Todo lo que sucede, ya lo hemos visto antes. A pesar de que se reserva alguna sorpresilla graciosa (dos concretamente), el resto del guion es muy rutinario y ni siquiera los asesinatos le dan mucha vida al conjunto, pues, a excepción del cura (Santa Bárbara!!), son muertes tirando a cutres. 

Si bien la primera parte asusta y las siguientes continuaciones hacen gracia, ésta ni da miedo ni arranca mucho más que alguna leve sonrisa.

A pesar de ser una continuación de la quinta entrega, el director hace un mix e incluye varios flashbacks a modo de precuela, que a decir verdad, están metidos con calzador y no tienen mucha trascendencia.


No la considero un auténtico bodrio, pero tampoco una buena película, lo cual la deja en el limbo de las películas condenadas al olvido.




4/10